El Gobierno realiza una sorprendente reforma para acabar con el estrés de los alumnos, limitando la memorización, los deberes y los exámenes
Un aprendizaje difícil. De la dureza de la enseñanza en China es ejemplo el proyecto piloto llevado a cabo en Wuhan, en la provincia de Hubei, donde se han instalado unas barras para evitar que los alumnos se echen encima de las mesas al escribir. El objetivo es reducir el riesgo de miopía en los niños.
China sabe que en una generación, dos a lo sumo, será
la primera potencia mundial. La nueva generación de gobernantes quiere
que el gigante esté preparado para ello y ha apostado por una educación
que se aleja de lo que tradicionalmente se ha hecho en el país y en todo
el Pacífico asiático, que es fomentar la competitividad.
El Ministerio de Educación chino ha puesto en
marcha un decálogo que en muchos aspectos recuerda a la Logse española.
Establece las bases para una educación inclusiva, que no segregue a los
alumnos, donde no se primen las notas y en la que el ejercicio ocupe un
espacio muy importante. El cambio de paradigma es tal que muchos
expertos en educación están vigilantes con los resultados, que tardarán
en aparecer porque los cambios se aplican desde hace un trimestre, para
reproducir el mismo esquema en otros países.
Admisión transparente. Nada de búsqueda de alumnos brillantes, el único requisito para entrar en una escuela es la cercanía del domicilio.
Inclusión. El plan ha prohibido separar a
los niños por sus niveles de conocimiento o habilidades -eran muy
comunes los llamados grupos rápidos y grupos lentos-, todos tienen que
compartir espacio. Este criterio va más allá, y de hecho los profesores
no pueden elegir las clases, sino que estas se repartirán por sorteo en
el centro.
Partir de cero. El profesor debe trabajar pensando que todos los alumnos parten de cero en el temario. Sin atajos.
Casi sin deberes. Inicialmente, el
Gobierno había decretado la eliminación de los deberes (escritos) en
primaria, aunque finalmente ha cedido y solo se deben evitar hasta
cuarto. A partir de entonces pueden existir, pero en ningún caso los
niños han de estar trabajando más de una hora en casa.
Exámenes reducidos al mínimo. Las pruebas
desaparecen hasta cuarto. A partir de ese curso habrá como máximo un
examen semestral de chino, matemáticas y lengua extranjera; de las otras
asignaturas no podrá haber más de dos exámenes cada semestre.
Las notas, matizadas. No hay suspensos, las notas tienen otros matices: «inadecuado», «adecuado», «excelente» y «excepcional».
Sin materiales extra. Para evitar dos
velocidades dependiendo de la entrega y capacidad de los padres, está
prohibido complementar el material de clase -libros de apoyo, por
ejemplo-. Como mucho se puede mandar a mayores una sola cosa, pero
siempre que los padres estén de acuerdo.
Adiós a las clases extras. Hasta ahora era
muy frecuente que en ciertas escuelas, las de mayor éxito, los
profesores diesen horas extras a los alumnos tras las clases regladas o
en vacaciones. Eso ha pasado a la historia.
Mucho ejercicio. Teniendo en cuenta la
epidemia de obesidad en el mundo, las autoridades chinas lo tienen
claro: hay que programar un mínimo de una hora de ejercicio al día.
El último punto del decálogo es potenciar las
inspecciones para que se cumpla a rajatabla este manifiesto,
radicalmente diferente de lo que se hacía. Hasta ahora, China había
hecho de la disciplina, los controles constantes y la memorización las
señas de identidad de su educación. Se consideraba que memorizar las
cosas ayuda a comprenderlas mejor. Además, toda la secundaria se
centraba en el aprobado de la selectividad local, el gaokao, y era muy
habitual que el joven tuviese que estudiar ocho horas diarias.
Por tentativa de homicidio, daños y resistencia a
la autoridad. Esas son las principales acusaciones por las que ha sido
detenido Jonathan Vázquez, que fuera víctima de la agresión del hijo de
Ortega Cano. El joven se saltó dos controles policiales cuando portaba
dos papelinas de cocaína.
Según informó su abogado a Efe, Vázquez ha pasado
a disposición del Juzgado de Instrucción número 18 de Sevilla, que es
el que está de guardia.
Las acusaciones que pesan sobre él obedecen a los
hechos ocurridos cuando el joven se saltó dos controles conjuntos de la
Policía Nacional y Local, situados en la sevillana calle Orfebre
Cayetano González, próxima a la barriada de las Tres Mil Viviendas.
Vázquez embistió a los vehículos del control y se dio a la fuga, aunque
dos policías en moto lo persiguieron.
Según informa Efe, a la altura de la avenida de
la Palmera, arremetió contra una de las motos y dejó al agente herido en
el suelo. La persecución prosiguió y cuando se vio en un callejón sin
salida volvió a embestir a un coche policial, antes de ser reducido y
detenido. Su abogado consideró «no justificable» la actuación de su
cliente y afirmó que «tendrá que reconocer los hechos, pedir perdón,
reparar el daño y, si tiene problemas con la bebida, someterse a un
tratamiento de deshabituación».
Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2014/04/07/china-apuesta-educacion-inclusiva-competitivadetenido-agredido-hijo-ortega-cano/0003_201404G7P24995.htm
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